Peiter «Mudge» Zatko, exjefe de seguridad de Twitter, declaró el martes ante una comisión del Senado que la red social no elimina de manera confiable los datos de los usuarios que cancelan sus cuentas, ampliando así las sorprendentes acusaciones que hizo en una revelación de información publicada por CNN y The Washington Post el mes pasado.
En su testimonio, Zatko afirmó que Twitter no elimina de forma fiable los datos de los usuarios, a veces porque ha perdido el rastro de la información. Twitter ha defendido enérgicamente estas acusaciones, calificando la revelación de Zatko como una «narrativa falsa» sobre la compañía. En respuesta a preguntas de CNN, Twitter ha mencionado que tiene flujos de trabajo para «iniciar un proceso de eliminación», pero no ha confirmado si suele completar dicho proceso.
Aunque las acusaciones de Zatko son impactantes, también sirven como recordatorio para Sandra Matz de «lo descuidados que somos a menudo» al compartir nuestros datos en línea. Matz, investigadora de medios sociales y profesora de la Columbia Business School, advierte que, una vez que colocamos información en línea, no debemos esperar que vuelva a ser privada.
La sensación de control sobre nuestros datos y la confianza en nuestra capacidad para eliminarlos están en juego. Tras la anulación del caso Roe vs. Wade por la Corte Suprema en junio, existe la posibilidad de utilizar historiales de búsqueda, datos de localización, mensajes de texto y otros datos para castigar a quienes buscan información sobre servicios de aborto o acceso a los mismos.
En julio, Meta, la matriz de Facebook, enfrentó críticas intensas después de que se revelara que los mensajes enviados a través de Messenger y obtenidos por las fuerzas del orden se utilizaron para acusar a una adolescente de Nebraska y a su madre de practicar un aborto ilegal. Ravi Sen, investigador de ciberseguridad y profesor de la Universidad A&M de Texas, sugiere que las fuerzas del orden y otros grupos con recursos y acceso adecuados podrían recuperar datos borrados en ciertas circunstancias.
Sen destaca que muchas personas desconocen todos los lugares donde terminan sus datos, ya que las publicaciones, correos electrónicos o mensajes se almacenan en dispositivos de usuarios, dispositivos de destinatarios y servidores de empresas. Aunque se puede solicitar a las empresas que borren datos de sus servidores, esto rara vez ocurre, y las posibilidades de recuperar un mensaje borrado disminuyen con el tiempo.
Según expertos en privacidad, utilizar aplicaciones con cifrado de extremo a extremo y gestionar las configuraciones de copias de seguridad en la nube son las mejores formas de controlar los datos en línea. Sin embargo, Matz advierte que incluso con precauciones, una vez que algo se publica en línea, esencialmente se pierde el control, ya que otros usuarios podrían haber copiado la información.
Matz aconseja a las personas ser más conscientes de lo que comparten en las plataformas tecnológicas y sugiere ser excesivamente precavidos en Internet, asumiendo que todo lo publicado puede ser utilizado por cualquiera y perdurará en línea.